Fuente: El Faro de Melilla
El coordinador de Unión, Progreso y Democracia y candidato al Congreso por Melilla, Emilio Guerra, se muestra muy satisfecho e ilusionado con lo conseguido por su organización política a escasos meses de aparecer en la escena nacional: “Parece casi un milagro que en tan escaso tiempo hayamos tenido capacidad para presentar a más de 700 candidatos en toda España”
Preguntado sobre las posibilidades electorales de dicha formación de cara al 9 de marzo, el upedista cree que a pesar de las dificultades que están encontrando en el camino, donde les cerraron las puertas a la financiación y donde siguen encontrando muchas trabas de los grandes grupos mediáticos, ellos han llegado para “quedarse” al margen de los resultados y confían en conseguir representación parlamentaria.
El mensaje de UPyD está basado fundamentalmente en la regeneración de la vida política y en modificar todos aquellos aspectos necesarios de la Constitución Española, a fin de establecer un nuevo marco que permita restituir al ciudadano los mecanismos de control perdidos, recuperando la división de poderes del estado y con ello, el verdadero sentido de la democracia.
Para Emilio Guerra, los ciudadanos están cansados y aburridos de la clase dirigente actual, incapaces de dar respuestas a sus demandas, auténticos profesionales del mercadeo, charlatanes y demagogos cuyo trabajo se centra exclusivamente en aparecer cada cuatro años para prometernos muchas cosas y conseguir el voto.
Hasta ahora, proseguía el candidato al Congreso por UPyD, “los nobles del PP y PSOE” han vivido como auténticos “gurús”, colmados de privilegios, con salarios de escándalo, utilizando el poder y el aparato de la administración para sus propios caprichos e intereses partidistas. Como supondrán, no van a renunciar a eso alegremente, por tanto, somos los ciudadanos quienes debemos tomar conciencia y darles un “empujoncito” para que espabilen. Unión, Progreso y Democracia ha llegado para convertirse en una opción política diferente, en una alternativa real a tanto desmán y despropósitos de unos políticos acomodados, absolutamente incompetentes para aquellas misiones que les fueron encomendadas por el pueblo español y melillense, “queremos cambiar la forma de hacer política, queremos cambiar las reglas del juego para poder situarnos todos en el mismo plano de igualdad, no podemos seguir permitiendo que nos traten como niños a los que se les engaña con un caramelo”.
El 9 de marzo, finalizaba Emilio Guerra, el votante tendrá la oportunidad de encontrarse con una bocanada de aire fresco al margen de los de siempre, esos que unos califican de “malos o menos malos” ¿es que no hay nadie bueno? Ahora entramos en escena nosotros, Unión, Progreso y Democracia, gente sencilla pero comprometida con un discurso serio y coherente, que propugna el cambio en muchas cosas, que pide una España unida y sobre todo, que desea de todos los españoles seamos iguales, con un gobierno fuerte y sensato que no se entregue a manos de los nacionalistas radicales, como viene ocurriendo, con tal de conservar el poder.
Preguntado sobre las posibilidades electorales de dicha formación de cara al 9 de marzo, el upedista cree que a pesar de las dificultades que están encontrando en el camino, donde les cerraron las puertas a la financiación y donde siguen encontrando muchas trabas de los grandes grupos mediáticos, ellos han llegado para “quedarse” al margen de los resultados y confían en conseguir representación parlamentaria.
El mensaje de UPyD está basado fundamentalmente en la regeneración de la vida política y en modificar todos aquellos aspectos necesarios de la Constitución Española, a fin de establecer un nuevo marco que permita restituir al ciudadano los mecanismos de control perdidos, recuperando la división de poderes del estado y con ello, el verdadero sentido de la democracia.
Para Emilio Guerra, los ciudadanos están cansados y aburridos de la clase dirigente actual, incapaces de dar respuestas a sus demandas, auténticos profesionales del mercadeo, charlatanes y demagogos cuyo trabajo se centra exclusivamente en aparecer cada cuatro años para prometernos muchas cosas y conseguir el voto.
Hasta ahora, proseguía el candidato al Congreso por UPyD, “los nobles del PP y PSOE” han vivido como auténticos “gurús”, colmados de privilegios, con salarios de escándalo, utilizando el poder y el aparato de la administración para sus propios caprichos e intereses partidistas. Como supondrán, no van a renunciar a eso alegremente, por tanto, somos los ciudadanos quienes debemos tomar conciencia y darles un “empujoncito” para que espabilen. Unión, Progreso y Democracia ha llegado para convertirse en una opción política diferente, en una alternativa real a tanto desmán y despropósitos de unos políticos acomodados, absolutamente incompetentes para aquellas misiones que les fueron encomendadas por el pueblo español y melillense, “queremos cambiar la forma de hacer política, queremos cambiar las reglas del juego para poder situarnos todos en el mismo plano de igualdad, no podemos seguir permitiendo que nos traten como niños a los que se les engaña con un caramelo”.
El 9 de marzo, finalizaba Emilio Guerra, el votante tendrá la oportunidad de encontrarse con una bocanada de aire fresco al margen de los de siempre, esos que unos califican de “malos o menos malos” ¿es que no hay nadie bueno? Ahora entramos en escena nosotros, Unión, Progreso y Democracia, gente sencilla pero comprometida con un discurso serio y coherente, que propugna el cambio en muchas cosas, que pide una España unida y sobre todo, que desea de todos los españoles seamos iguales, con un gobierno fuerte y sensato que no se entregue a manos de los nacionalistas radicales, como viene ocurriendo, con tal de conservar el poder.
¿Quién coño es Zapatero para negociar los derechos y libertades de los ciudadanos españoles de Ceuta y de Melilla?
ResponderEliminarSEGÚN ASEGURAN FUENTES DEL PALACIO REAL MARROQUÍ A EL IMPARCIAL
Zapatero, dispuesto a negociar la cosoberanía de Ceuta y Melilla
Fuentes próximas al Palacio Real marroquí aseguran que Zapatero tendría decidido abrir negociaciones con Mohamed VI (en la imagen) sobre el futuro de Ceuta y Melilla, en caso de ganar las elecciones. En Marruecos se baraja una fórmula de cosoberanía o gobierno compartido para tratar de que la opinión pública española asimile la cesión de las ciudades, posibilidad que siempre ha sido rehazada con indignación. La "hoja de ruta" preparada por Rabat exige, entre otros requerimientos, que la bandera alauí ondee junto a la española en Ceuta y Melilla. Desde 1982, el PSOE incluye negociar en su programa electoral el status de las dos ciudades.