Unión,
Progreso y Democracia, a través de coordinador en la ciudad, Emilio Guerra, en
nota de prensa, se ha referido a la
situación política y económica del país y en concreto de Melilla, ciudad que
según su juicio “camina hacia ninguna parte, ahogada por años de políticas
cortoplacistas cuyo único fin es renovar el poder de unos pocos, sin dar al
futuro la importancia que merece”.
Para
UPYD, los problemas y carencias de Melilla siguen siendo las que cataloga “como
históricas” –educación, sanidad, vivienda, paro, transportes etc.- y otras más
recientes que se acrecientan –fronteras, emigración, infraestructuras,
demografía, decadencia económica, aumento del fundamentalismo etc.- para las
que “unos partidos y políticos inoperantes llevan muchos años sin encontrar respuestas eficaces”.
El
dirigente magenta local, cree que en las actuales circunstancias políticas del
país, “estamos soportando a diario el espectáculo y show televisivo de unos
dirigentes incapaces de encontrar las soluciones que la ciudadanía demanda”. A
juicio de Guerra, “una minoría nacionalista y separatista vuelve a marcar la
agenda del Gobierno, y por tanto, el devenir de todos los españoles”.
Manifiestan
desde UPYD que España es el país donde más ha aumentado la desigualdad social
en los últimos años y en el que cerca del 25% de sus trabajadores ocupados son
pobres. La cobertura del seguro de desempleo es del 52,9%, más de 2 millones de desempleados no
perciben prestación, mientras que por ejemplo en 2010, la cobertura llegó a ser
del 80%. “Nos están vendiendo miedo y que la pobreza, sufrimiento, pérdida de
derechos o bienestar social son inevitables” abundaba Guerra.
Emilio
Guerra, opina que un cambio político real en España “es imposible” con la
actual configuración del régimen y del sistema. “España necesita de una baraja
nueva”, y eso comienza con una nueva Ley Electoral “más justa y representativa”,
ya que a juicio del dirigente de UPYD, los
actuales partidos se empeñan en utilizar “los viejos y rotos naipes de siempre,
tratándose de aprovechar de sus privilegios”.
El
responsable local de UPYD, dijo estar “preocupado” por el “incierto futuro
económico” de Melilla, “una ciudad estancada que no avanza como debería”, así
como “la ausencia de proyectos a medio y largo plazo para tratar de paliar las muchas
amenazas que nos acechan”. Es evidente, finalizó Guerra, “que necesitamos de un
gran revulsivo político que desactive al actual apatía y falta de ideas que nos
invade, llevándonos al camino del consenso, en lo que deberían ser políticas de
ciudad y el interés general”.
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