22/2/11

Melilla, fiel reflejo


Esto de la información global y las nuevas tecnologías se le está escapando de las manos a la plutarquia regente en el planeta. La vieja receta romana del “Pan y Circo”, que el alcalde Imbroda sigue utilizando en Melilla –como suelen hacer las tiranías clásicas cuando el pueblo clama y toma las calles- resulta poco eficiente cuando se tiene acceso al conocimiento de la realidad a través de medios libres e inmediatos como Internet o las redes sociales.
El chollo de algunos, está tocando a su fin, porque el monopolio utilizado normalmente para tener “aborregada” a la ciudadanía; en primer lugar el analfabetismo, y en segundo, la información sesgada o enlatada, cada vez es más ineficiente y baldía ante los nuevos métodos y conjunto de técnicas a las que el pueblo llano puede acceder con facilidad de modo relativamente barato.
Las maquinarias ideológicas de los Estados o del poder establecido en pueblos, villas y feudos medievales de las actuales administraciones locales, observan impotentes como ahora, las personas manejan una información directa y veraz, saltándose a la torera las censuras o apagones mediáticos en prensa, radio y televisión, siempre en manos de la clásica oligarquía al servicio del poder.
Los movimientos reivindicativos en Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Bahreim, Jordania, Argelia, Marruecos etc., tienen un marcado carácter social que viene de los sectores marginales; porque la crisis, daña siempre a los más pobres, pero refleja perfectamente la fuerza movilizadora que puede generarse cuando un pueblo se quita la venda de los ojos, ya fuere por las televisiones de otros países, Internet, redes sociales, bloggers o el mismo teléfono móvil. Sin duda, estamos ante una nueva fórmula para la actividad revolucionaria, donde no se olviden ustedes del dato, las poblaciones juveniles en el paro y excluidas son muy amplias y significativas.
Toda esa fuerza arrolladora y peligrosa para los mandamases de la mamandurria y el chupeteo público, que se pretende apagar o censurar -con más o menos eficacia- en los países gobernados por sátrapas, desconectando Google, Facebook, Twitter, o tirando del cable cibernético, es la misma que también habita en Europa, dícese España y por añadidura Melilla, con la salvedad de que a este lado, son ciudadanos que tienen derechos fundamentales inviolables.
La amenaza pues, se ciñe sobre quienes creían tener al pueblo “democráticamente” controlado; con leyes injustas, normas discriminatorias, subvenciones al capricho, propaganda manipuladora oficialista y con el reparto de prebendas o limosnas, que en el fondo, satisfacen a unos pocos y encrespan los ánimos de la orgullosa generalidad. La opresión, el nepotismo, las corruptelas y los manejos irregulares, así como el insultante despilfarro y expolio de los bienes públicos en un degradado sistema, llegan perfectamente al conocimiento de todos, porque la red los difunde y extiende sobre cabezas y oídos, como si de una avioneta fumigadora se tratase.
Puedo afirmar sin temor a equivocarme, que la inmovilista élite política y económica al uso, tiene un grave problema; y en Melilla, en estos comprimidos 12 kilómetros cuadrados de grandes desigualdades sociales, la soberbia y la borrachera de fortunas, acomodos y privilegios, les impide evaluar con certeza lo que se les viene encima.

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