Malos vientos

Gregorio Escobar, al margen de las lógicas entrevistas con los dirigentes vecinales de los barrios donde se desató la violencia callejera, debe abrir una ronda de consultas con todas las fuerzas políticas y agentes sociales de la ciudad. El delegado del Gobierno, supongo, no cometerá el error de olvidar y menospreciar a los muchos parados, que de momento, “sufren, guardan silencio y son mayoría”.
Creo que es vergonzoso y provocador el tratamiento político que se le está dando a los incidentes, por unos dirigentes del PP, PSME y CpM, que están más preocupados en los réditos electorales que puedan sacar del asunto, que de poner límites a lo que se puede convertir en un conflicto más grave y generalizado.
Las cifras de paro, marginalidad y pobreza en Melilla, son de las más altas de España y Europa; las alternativas no nos van a “llover del cielo” mientras estemos a pedradas unos contra otros, culpándonos mutuamente, de ahí, la obligación que tenemos todos de sentarnos para establecer unas mínimas reglas de actuación, que debe llevarnos a un pacto general, sincero y generoso, a la vez que inviolable. UPyD, tiende la mano y se ofrece, pero desgraciadamente, parece como si PP, PSME y CpM no quisieran que nada de esto cambie.