19/2/10

Ya está bien...



La miseria, el paro y la exclusión social, son caldo de cultivo para la manipulación interesada de dichos colectivos en Melilla, de ahí la quisquillosa y pasiva reacción a la hora de enfrentarse a programas concretos por parte de quienes tienen la obligación moral y política de hacerlo. La utilización perversa de los recursos públicos en programas o acciones sociales, culturales, educativos etc. encubiertos –siempre tan calculados como oportunistas-, cuyo fin es inducir o condicionar el voto para unas determinadas siglas, es algo habitual y muy frecuente entre quienes hacen de sus responsabilidades un ejercicio execrable.
Ejemplos, tenemos y muchos entre PP, PSME y CpM. La actual clase oligárquica, que vive instalada en la exuberancia, usa como pretexto al pueblo para indirectamente fortalecer sus sinecuras y privilegios. O le damos pronto un “puntapié político” a semejante elenco de ladinos, o dejarán “la vaca tísica, de tanto mamar de sus ubres”.

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