Un alcalde con más visión política, ya habría sacrificado al nefasto Arturo Esteban para dejar expedito el camino al gran proyecto de ampliación del Puerto. No me cabe duda que Vivas, ya lo habría hecho -sin pestañear- en Ceuta. Pero claro, son tantos los favores mutuos y los secretos inconfesables entre Imbroda y Esteban, que el primero, nunca se atrevería a ponerlo en la picota, salvo que en compensación encontrara “algo mejor” para el retiro placentero, del que en su día fuese también, delegado del Gobierno y presidente del PP local.
Arturo Esteban, es un exponente más de la corrosiva clase política y dirigente que nos asola. Colocado en un cargo -que le viene muy grande- con “chinchetas a modo de compensación”, su gestión al frente de la Autoridad Portuaria, dejará una huella de nepotismo, ineficacia y derroche difícil de borrar. Su depauperada imagen, por mucho que la trate de maquillar, está tan devaluada y maltrecha, que cualquier proyecto que salga de sus manos no puede ser tomado en consideración.
Pero no crean que aquí todos los culpables son Imbroda y Esteban. No, el PSOE, y por añadidura el Ministerio de Fomento, de quién depende finalmente Puertos del Estado, ha permitido y tolerado, mirando hacia otro lado con negligente pasividad, los despropósitos –por calificarlo de algún modo- y barbaridades en la gestión de esa institución.
Márchese, Sr. Esteban, haga ese inmenso favor a los melillenses. Corresponda a todo lo que este pueblo, de manera generosa, le ha dado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario