El criminal De Juana Chaos, aquél que pidió una botella de champán francés, una tarta y un kilo de langostinos, siendo recluso del Centro Penitenciario de Melilla, para celebrar el asesinato del dirigente de Unión del Pueblo Navarro, Tomás Caballero el 6 de mayo de 1998, ha salido hoy sábado de la cárcel y lo que es peor, convivirá muy cerca de familiares de sus victimas, en un piso que debería haber sido embargado para indemnizarles. Además tendrá escolta. La democracia española está enferma
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