Unión, Progreso y Democracia de Melilla quiere manifestar su más enérgica condena y repulsa por el atentado sufrido contra el Cuartel de la Guardia Civil del municipio riojano de Calahorra, así como solidarizarse con los cientos de calagurritanos que guardaron cinco minutos de silencio el sábado en la Plaza del Ayuntamiento.
Emilio Guerra, coordinador local de la formación que lidera Rosa Díez, quiso mandar un mensaje de apoyo a todos los miembros de la Benemérita que ponen en riesgo sus vidas a diario para proteger la de los ciudadanos de este país. Una vez más, continuaba, los etarras dan muestras de sus perversas intenciones y de que seguirán matando indiscriminadamente, por lo que es inútil continuar con las débiles políticas actuales.
UPyD cree que es fundamental volver a los pactos antiterroristas que tan buenos resultados estaban dando antes de la llegada al Gobierno de Rodríguez Zapatero, quién de modo unilateral decidió abandonar dichos acuerdos para establecer contactos y diálogos con la banda de asesinos de ETA, cuyos resultados y fracasos están a la vista de todos.
Para Guerra, sólo desde la unidad de las fuerzas políticas del Estado, es posible entablar batalla contra semejante lacra, estableciendo criterios conjuntos y medidas que estén por encima de otros intereses que no sean los de eliminar definitivamente, mediante las armas que dispone el Estado de Derecho, a quienes extorsionan y han asesinado a más de 850 ciudadanos.
Emilio Guerra, coordinador local de la formación que lidera Rosa Díez, quiso mandar un mensaje de apoyo a todos los miembros de la Benemérita que ponen en riesgo sus vidas a diario para proteger la de los ciudadanos de este país. Una vez más, continuaba, los etarras dan muestras de sus perversas intenciones y de que seguirán matando indiscriminadamente, por lo que es inútil continuar con las débiles políticas actuales.
UPyD cree que es fundamental volver a los pactos antiterroristas que tan buenos resultados estaban dando antes de la llegada al Gobierno de Rodríguez Zapatero, quién de modo unilateral decidió abandonar dichos acuerdos para establecer contactos y diálogos con la banda de asesinos de ETA, cuyos resultados y fracasos están a la vista de todos.
Para Guerra, sólo desde la unidad de las fuerzas políticas del Estado, es posible entablar batalla contra semejante lacra, estableciendo criterios conjuntos y medidas que estén por encima de otros intereses que no sean los de eliminar definitivamente, mediante las armas que dispone el Estado de Derecho, a quienes extorsionan y han asesinado a más de 850 ciudadanos.
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