Fuente: Melillense.net
“Estamos llevando a este país al borde de la locura colectiva, pronto necesitaremos ir al psicoanalista y de momento no lo cubre la S.Social, porque lo que escuchamos y leemos de nuestros políticos es absolutamente demencial”. Así se manifestaba el coordinador de Unión. Progreso y Democracia, Emilio Guerra, ante las últimas propuestas y promesas electorales, tanto del Partido Popular como del PSOE.
Sería muy divertido, proseguía, si no fuese porque estamos hablando del futuro del Estado Español, pero no tienen ustedes más que leer a diario la prensa y se darán cuenta de la cantidad de incoherencias que son capaces de lanzar al viento con tal de captar o ganar un voto.
El upedista, comentaba que la “última” de Rodríguez Zapatero de dar una paga especial de 400 euros, le recuerda a prácticas de siglos pasados que parece se están volviendo a poner de moda; es decir, manipular y especular con las necesidades de los más desfavorecidos –pensionistas y asalariados- en tiempos de elecciones. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha respondido al PP que es "indecente" asegurar que el PSOE quiere comprar votos con la deducción de 400 euros en el IRPF, que a los ciudadanos no se les compra, se les "convence" y se les "da argumentos": los “argumentos” ya lo estamos viendo, añadía Emilio Guerra, ofrecen dinero y de una manera lineal, o sea para todo el mundo, independientemente de lo que perciban como retribuciones, un claro ejemplo de medidas regresivas que solo buscan el voto y contentar a todos.
En cuanto a la otra parte del espectáculo teatral, continuaba el candidato al Congreso por UPyD, refiriéndose al PP, no me dirán que tiene su “guasa” que Mariano Rajoy critique la paga de Zapatero diciendo que: "cualquier día nos promete un piso en el Caribe” y resulta que aquí, su Presidente, Alcalde y Senador de Melilla ofrezca 600 viviendas a los melillenses, financiadas, según dice, con sus propios recursos. ¿Recursos de quién Sr. Imbroda, suyos o del pueblo melillense?
Claro que poco podemos esperar de unos partidos políticos cuyos líderes tienen poderes “paranormales”. El Sr. Esteban ve “cosas y movimientos extraños” en determinadas viviendas de Cabrerizas, y los socialistas –Sr. Escobar-, se ha aprendido eso del pleno empleo, aunque no sepa muy bien lo que significa y anda como un zombi repitiéndolo sin cesar.
Unión, Progreso y Democracia, pretende acabar con la sin razón que nos inunda y establecer el marco adecuado para que los programas de los partidos sean considerados como contratos sociales y así exigir responsabilidades no sólo políticas por su incumplimiento. Para el líder en Melilla de UPyD, hay que cambiar las leyes para que no se pueda especular alegremente con materias que deben ser “sagradas” y fruto de pactos de Estado, porque es vergonzoso y repugnante observar a diario como se trata de influir en la ciudadanía con artes y técnicas impropias, absolutamente rechazables desde el punto de vista democrático; así no hay libertad, ni justicia ni equidad.
Finalmente, Emilio Guerra dejaba constancia de lo que a su juicio es otra muestra más de las mentiras con las que nos suelen bombardear los políticos de turno. Rajoy y Mª Carmen Dueñas, candidata al Senado por el PP, decían días atrás que fomentarían el inglés y el estudio del castellano en las diferentes comunidades -como si eso fuese el “no va más” de las propuestas- y resulta que en Galicia, la patria chica de Rajoy, la Xunta está a punto a sacar a la luz un decreto que obliga a los comerciantes a rotular en el interior de sus tiendas en gallego o la multa será severa. (3.000 euros). Mientras, la ministra Cabrera del PSOE, es feliz y está muy satisfecha con las leyes de inmersión lingüística que se están llevando a cabo en Cataluña, País Vasco o Galicia. “Yo quiero vivir en un país normal”, apostillaba Guerra.
Sería muy divertido, proseguía, si no fuese porque estamos hablando del futuro del Estado Español, pero no tienen ustedes más que leer a diario la prensa y se darán cuenta de la cantidad de incoherencias que son capaces de lanzar al viento con tal de captar o ganar un voto.
El upedista, comentaba que la “última” de Rodríguez Zapatero de dar una paga especial de 400 euros, le recuerda a prácticas de siglos pasados que parece se están volviendo a poner de moda; es decir, manipular y especular con las necesidades de los más desfavorecidos –pensionistas y asalariados- en tiempos de elecciones. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha respondido al PP que es "indecente" asegurar que el PSOE quiere comprar votos con la deducción de 400 euros en el IRPF, que a los ciudadanos no se les compra, se les "convence" y se les "da argumentos": los “argumentos” ya lo estamos viendo, añadía Emilio Guerra, ofrecen dinero y de una manera lineal, o sea para todo el mundo, independientemente de lo que perciban como retribuciones, un claro ejemplo de medidas regresivas que solo buscan el voto y contentar a todos.
En cuanto a la otra parte del espectáculo teatral, continuaba el candidato al Congreso por UPyD, refiriéndose al PP, no me dirán que tiene su “guasa” que Mariano Rajoy critique la paga de Zapatero diciendo que: "cualquier día nos promete un piso en el Caribe” y resulta que aquí, su Presidente, Alcalde y Senador de Melilla ofrezca 600 viviendas a los melillenses, financiadas, según dice, con sus propios recursos. ¿Recursos de quién Sr. Imbroda, suyos o del pueblo melillense?
Claro que poco podemos esperar de unos partidos políticos cuyos líderes tienen poderes “paranormales”. El Sr. Esteban ve “cosas y movimientos extraños” en determinadas viviendas de Cabrerizas, y los socialistas –Sr. Escobar-, se ha aprendido eso del pleno empleo, aunque no sepa muy bien lo que significa y anda como un zombi repitiéndolo sin cesar.
Unión, Progreso y Democracia, pretende acabar con la sin razón que nos inunda y establecer el marco adecuado para que los programas de los partidos sean considerados como contratos sociales y así exigir responsabilidades no sólo políticas por su incumplimiento. Para el líder en Melilla de UPyD, hay que cambiar las leyes para que no se pueda especular alegremente con materias que deben ser “sagradas” y fruto de pactos de Estado, porque es vergonzoso y repugnante observar a diario como se trata de influir en la ciudadanía con artes y técnicas impropias, absolutamente rechazables desde el punto de vista democrático; así no hay libertad, ni justicia ni equidad.
Finalmente, Emilio Guerra dejaba constancia de lo que a su juicio es otra muestra más de las mentiras con las que nos suelen bombardear los políticos de turno. Rajoy y Mª Carmen Dueñas, candidata al Senado por el PP, decían días atrás que fomentarían el inglés y el estudio del castellano en las diferentes comunidades -como si eso fuese el “no va más” de las propuestas- y resulta que en Galicia, la patria chica de Rajoy, la Xunta está a punto a sacar a la luz un decreto que obliga a los comerciantes a rotular en el interior de sus tiendas en gallego o la multa será severa. (3.000 euros). Mientras, la ministra Cabrera del PSOE, es feliz y está muy satisfecha con las leyes de inmersión lingüística que se están llevando a cabo en Cataluña, País Vasco o Galicia. “Yo quiero vivir en un país normal”, apostillaba Guerra.
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