22/2/13

Aferrados al "mástil" del bipartidismo

Ya hemos dicho muchas veces que la situación en España es “especialmente grave”, y por ello, pensábamos que el debate sobre el estado de la Nación no podía ser un debate cualquiera, y aprovechar el momento para consensuar un paquete de medidas urgentes que, a nuestro juicio, necesita el país para beneficio y futuro de sus ciudadanos. Hablamos de “medidas especiales” para un “momento excepcional”.

Y es ahí precisamente, donde hemos perdido una gran oportunidad, porque otra vez, se ha caído en el error de no hacer un diagnóstico certero de la enfermedad que nos aqueja, que nos lleva a la ruina y a la desesperación de tantos y tantos españoles.

Mientras el Sr. Rajoy se empecina en decir que España está “saneada” y que sus instituciones “funcionan”, el país sucumbe a marchas forzadas sin que apliquemos un tratamiento de choque que sea contundente y eficaz.

Desde luego nosotros –en UPyD- lo tenemos muy claro, sabemos lo que hay que hacer y llevamos mucho tiempo presentando propuestas e ideas. Propuestas profundas, estructurales, serias, que pretenden “refundar” un Estado agonizante, que no se va a curar solo, o con cataplasmas, como pretende el Gobierno del Partido Popular, que parece esperar que el “temporal amaine” haciendo prevalecer el interés del partido por encima del general.


Hace más de un año, en el Congreso, advertíamos de una corrupción que se iba generalizando y presentábamos medidas de choque para combatirla. El Sr. Rajoy entonces, miró hacia otro lado y nos descalificó, entre otras cosas, porque esa corrupción salpica dentro de su propia organización. Nada se hizo entonces, y ya ven ustedes los escándalos diarios.

En el debate sobre el estado de la Nación, hemos dicho que hay que “regenerar” la democracia y “refundar” el Estado, partiendo de una reforma de la Ley Electoral, de una buena Ley de Transparencia y la revisión de nuestra Constitución sin miedos y sin prejuicios, utilizando los mecanismos que la democracia habilita para ello, pero de nuevo, nos hemos encontrado con la incomprensión y negativa clara del Sr. Rajoy y de los suyos.

Estamos seguros que el tiempo, por desgracia, nos seguirá dando la razón. Esperemos que para entonces, todavía exista la posibilidad de reflotar una España que está en manos de un Presidente del Gobierno que se aferra al “mástil” del gangrenoso bipartidismo y que se niega sistemáticamente a afrontar, lo que tarde o temprano, será inevitable. España, ya no tiene vuelta atrás.

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