Podredumbre por progreso

Así lo digo, como así lo pienso. El último Pleno de la Asamblea, fue otra típica pantomima de las que nos tiene acostumbrados el ejecutivo del Sr. Imbroda –nervioso últimamente él- Un triste espectáculo que desacredita a la clase dirigente de esta ciudad, aunque dudo que les importe mucho. Semana Santa y cortina de humo institucional con una declaración de rechazo a un ex embajador marroquí por las típicas reclamaciones de siempre. Extemporáneo e inútil velo para difuminar la noticia y conceder en definitiva, la gestión del alumbrado público por un importe de siete millones de euros; cantidad exagerada para un trabajo que cualquier empresa del sector en la Península habría realizado por mucho menos. Pero aquí, ya saben ustedes, tenemos la manía obsesiva de pagar espléndidamente, como también somos líderes aventajados en ampliaciones y modificaciones de contratos públicos. En este caso, las bombillas las pagamos a precio de uranio enriquecido.

A la ensalada de disparates, tenemos que añadir el “rifirrafe de imputados y condenados”, en una especie de “carrera contra reloj” para desacreditar al adversario político -y apartarlo de la pugna electoral del 22 de mayo- que estamos viviendo. Ya dije que íbamos a salir en todos los telediarios y no precisamente por acontecimientos de los que el ciudadano pudiese sentirse muy orgulloso, todo lo contrario, damos una imagen exterior de república bananera.

Mientras tanto, UPyD, se mantiene en su posición de transparencia y ofrece a los melillenses la posibilidad de optar, por primera vez en la historia de las elecciones municipales locales, por un partido libre, transversal y repleto de la frescura que le aportan sus candidatos, que son ciudadanos normales y corrientes dispuestos a cambiar podredumbre por progreso político, económico y social.