15/11/10

No sabe hacer otra cosa

Mª Antonia Garbín debería cambiar su repertorio retórico. Con ajadas y monocordes frases, la sempiterna dirigente de magnífico salario -en los últimos tiempos, popular, ya que conocidos son sus “recorridos” políticos- no sabe contestar o dirigirse a la oposición de otra forma que no sea insultando o desacreditando desde la perspectiva personal. Se le hinchan las venas a la señora Garbín cuando alguien -tachado de inmediato como mequetrefe, indocumentado o ignorante- tiene la osadía de denunciar su pésima gestión. Ella que todo lo sabe, docta e ilustrada, no puede tolerar que cualquier “mindundi de tres al cuarto” considere improcedentes muchas de sus actuaciones al frente de la consejería que gobierna “de aquella manera”.
Paciencia, son los discípulos aventajados de Imbroda “el soberbio”, que ha marcado un lamentable estilo de hacer política en la ciudad. El género del chiste malo, el karaoke desafinado, la cabra, la descalificación y el mal gusto.

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