10/3/10

No quieren enterarse


Algunos trasnochados siguen sin enterarse. UPyD, no es otro partido al uso; es, o pretendemos ser, una organización política diferenciada. Por eso, no respondemos a ciertos estímulos, habituales en otras esferas. Tampoco se nos puede medir con los mismos parámetros; la vara de UPyD es única, innovadora y casi revolucionaria. Mucho menos, obedecemos a la pesada carga que supone arrastrar cadenas o baúles ajenos. Somos libres, independientes, y no tenemos prejuicios de ningún tipo. Tampoco nos mueve la desmesurada ambición por alcanzar cargos y poder. Practicamos la paciencia, conscientes de que las prisas son pésimas compañeras de viaje, y allí donde queremos llegar, sólo se accede por el camino del sentido común.

Hablamos claro, sin eufemismos, sin trampas ni cartón. Es la manera de expresarse del pueblo a quienes pretendemos servir: es el idioma de la calle, que exige soluciones a sus problemas y unos representantes entregados, responsables y eficientes.
Nacimos porque nos lo pedían a gritos, para regenerar una democracia maltrecha y corrompida por quienes han devaluado el noble ejercicio de la actividad política, confundiéndola con un instrumento para satisfacer sus deseos e intereses personales o de partido. El ciudadano, actor, protagonista y receptor principal de las libertades públicas en el orden constitucional, es una marioneta en manos de manipuladores de leyes, profesionales de la especulación y el cambalache, bajo cuya cobertura, se cometen toda clase de injusticias y fechorías. El nefasto bipartidismo y la oligarquía imperante -castas privilegiadas- son culpables de una gangrena destructiva y voraz que UPyD no va a alimentar uniéndose al festín. Si estamos aquí, precisamente, es para erradicarla y acabar con la bicoca de unos pocos.


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