Emilio Guerra
¿Se imaginan una pandemia o una situación de extrema gravedad pública en Melilla?, ¿se pueden hacer una idea de las pésimas medidas que podrían adoptar dos administraciones que no se hablan?, ¿acaso pueden trabajar, por y para los melillenses, unas autoridades que se esquivan y no se ponen al teléfono, siquiera en asuntos de interés general? Pues vayan dándole vueltas a la paranoia, porque esa es la triste realidad de esta ciudad, donde la ineptitud campa a sus anchas y nuestros representantes están muy lejos de cumplir con sus obligaciones fundamentales, como es, el servicio a la ciudadanía. Eso, y luego nos hablan de democracia y que vayamos a votarles porque es un ejercicio de responsabilidad. Tiene “bemoles” la cosa.
¿Se imaginan una pandemia o una situación de extrema gravedad pública en Melilla?, ¿se pueden hacer una idea de las pésimas medidas que podrían adoptar dos administraciones que no se hablan?, ¿acaso pueden trabajar, por y para los melillenses, unas autoridades que se esquivan y no se ponen al teléfono, siquiera en asuntos de interés general? Pues vayan dándole vueltas a la paranoia, porque esa es la triste realidad de esta ciudad, donde la ineptitud campa a sus anchas y nuestros representantes están muy lejos de cumplir con sus obligaciones fundamentales, como es, el servicio a la ciudadanía. Eso, y luego nos hablan de democracia y que vayamos a votarles porque es un ejercicio de responsabilidad. Tiene “bemoles” la cosa.
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