Emilio Guerra
Me encantó el alcalde Imbroda -en la tele que según él mismo, es de todos- explicando al detalle cómo una bola de golf, lanzada desde montículo extremo, por mano hábil, tendría pocas posibilidades de impactar sobre la ventanilla de los pilotos del ATR-72 o DASH8-315 cuando van a tomar tierra. Es expresivo Imbroda, e incluso, después de tener todo el telediario para explicar cómo sería ese golpe magistral, tipo “Taiguer Bú”, casi me convence sobre sus grandes conocimientos golfisticos o de pilotaje aéreo.
Pues resulta, que en Sevilla hay un pedazo de lago en la cabecera de la pista de su aeropuerto y allí no pasa nada. Será la “mano negra” que dice su consejero de Deportes, ahora que el campo de golf estaba a “punta de caramelo”, ¿para quién?
No me parece serio que se especule de esa manera con el dinero de los melillenses. No es de recibo tanta incompetencia en el ejercicio de funciones públicas. Tampoco parece procedente que no reconozcan sus graves errores en la gestión y nadie dimita; o sea cesado, si es que le tiene mucho apego al cargo y sus privilegios.
En definitiva, se solucionen los vicios denunciados o no, ese campo de golf , o lo que quede de su transmutación, es una muestra más de la incapacidad y pésima gestión del gobierno Imbroda. La arcaica derecha, que siempre sacó pecho con referencia a sus obras faraónicas y monumentales -aunque luego no sirvan para nada, como por ejemplo la de la Plaza de España para prevenir las riadas- tiene aquí otra prueba más de vulgaridad, desinterés y desperdicio de recursos.
Me encantó el alcalde Imbroda -en la tele que según él mismo, es de todos- explicando al detalle cómo una bola de golf, lanzada desde montículo extremo, por mano hábil, tendría pocas posibilidades de impactar sobre la ventanilla de los pilotos del ATR-72 o DASH8-315 cuando van a tomar tierra. Es expresivo Imbroda, e incluso, después de tener todo el telediario para explicar cómo sería ese golpe magistral, tipo “Taiguer Bú”, casi me convence sobre sus grandes conocimientos golfisticos o de pilotaje aéreo.
Pues resulta, que en Sevilla hay un pedazo de lago en la cabecera de la pista de su aeropuerto y allí no pasa nada. Será la “mano negra” que dice su consejero de Deportes, ahora que el campo de golf estaba a “punta de caramelo”, ¿para quién?
No me parece serio que se especule de esa manera con el dinero de los melillenses. No es de recibo tanta incompetencia en el ejercicio de funciones públicas. Tampoco parece procedente que no reconozcan sus graves errores en la gestión y nadie dimita; o sea cesado, si es que le tiene mucho apego al cargo y sus privilegios.
En definitiva, se solucionen los vicios denunciados o no, ese campo de golf , o lo que quede de su transmutación, es una muestra más de la incapacidad y pésima gestión del gobierno Imbroda. La arcaica derecha, que siempre sacó pecho con referencia a sus obras faraónicas y monumentales -aunque luego no sirvan para nada, como por ejemplo la de la Plaza de España para prevenir las riadas- tiene aquí otra prueba más de vulgaridad, desinterés y desperdicio de recursos.
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