Unión, Progreso y Democracia en Melilla, a través de un comunicado de prensa, ha pedido al Ayuntamiento y Delegación del Gobierno, respectivamente, que hagan públicas las listas de los beneficiarios de los Planes de Empleo, así como los criterios y baremaciones aplicadas al efecto para establecer las contrataciones, tal y como hará en Ceuta, en un gesto de pulcritud democrática que le honra, el Delegado gubernativo José Fernández Chacón.
Para el coordinador de UPyD, Emilio Guerra, son muchas las protestas y los rumores sobre la adjudicación arbitraria de dichas plazas, un total de 1.403, por lo que sería conveniente la mayor transparencia al efecto, zanjando así, cualquier polémica sobre los supuestos “favores políticos y amiguismos” que se vienen repartiendo entre los afines, tanto de un signo u otro.
Los Planes de Empleo, matizaba el dirigente upedista, se han convertido en un instrumento de clientelismo político, disfrazados bajo el manto de su utilidad social, donde el manejo improcedente, puede llevar a incurrir en un triste mercadeo de las desgracias y necesidades ajenas. Los conflictos irán en aumento si se persiste en el actual sistema, opaco y teledirigido, algunas veces con el mayor de los descaros.
Al parecer, las listas del INEM y la antigüedad en el mismo, sirven para poco. Un carné y un padrino, ahondaba Guerra, son más “eficientes para pillar un trocito de la tarta” y eso, lo vemos todos los días, por desgracia, en una ciudad donde se promociona y cultiva por encima de todo, el deseo entre los jóvenes, “de ser un buen enchufado” antes que estudiar para médico, ingeniero o fontanero.
La responsabilidad, sobre todo de los socialistas, finalizaba Emilio Guerra, por cuanto controlan las mayores partidas destinadas a este método de “subsidio laboral activo”, es importante. Desde Unión, Progreso y Democracia, dijo, apelamos a que abandonen la tentación de convertir unas medidas de carácter social, en un elemento discriminatorio, que produce desigualdades y claro rechazo por aquellos sectores más desfavorecidos y necesitados.
Para el coordinador de UPyD, Emilio Guerra, son muchas las protestas y los rumores sobre la adjudicación arbitraria de dichas plazas, un total de 1.403, por lo que sería conveniente la mayor transparencia al efecto, zanjando así, cualquier polémica sobre los supuestos “favores políticos y amiguismos” que se vienen repartiendo entre los afines, tanto de un signo u otro.
Los Planes de Empleo, matizaba el dirigente upedista, se han convertido en un instrumento de clientelismo político, disfrazados bajo el manto de su utilidad social, donde el manejo improcedente, puede llevar a incurrir en un triste mercadeo de las desgracias y necesidades ajenas. Los conflictos irán en aumento si se persiste en el actual sistema, opaco y teledirigido, algunas veces con el mayor de los descaros.
Al parecer, las listas del INEM y la antigüedad en el mismo, sirven para poco. Un carné y un padrino, ahondaba Guerra, son más “eficientes para pillar un trocito de la tarta” y eso, lo vemos todos los días, por desgracia, en una ciudad donde se promociona y cultiva por encima de todo, el deseo entre los jóvenes, “de ser un buen enchufado” antes que estudiar para médico, ingeniero o fontanero.
La responsabilidad, sobre todo de los socialistas, finalizaba Emilio Guerra, por cuanto controlan las mayores partidas destinadas a este método de “subsidio laboral activo”, es importante. Desde Unión, Progreso y Democracia, dijo, apelamos a que abandonen la tentación de convertir unas medidas de carácter social, en un elemento discriminatorio, que produce desigualdades y claro rechazo por aquellos sectores más desfavorecidos y necesitados.
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