“La educación, debe plantear a la sociedad y juventud actual la necesidad de dotar al Estado español de unas Fuerzas Armadas modernas y eficaces, que salvaguarden nuestra intereses y protejan el bienestar general de todos los ciudadanos”. Así se expresaba el candidato al Congreso de los Diputados por Unión, Progreso y Democracia Emilio Guerra, al abordar asuntos relativos a la Defensa Nacional y el programa de su organización política de cara a las elecciones del 9 de marzo.
El líder upedista local, muy sensibilizado con los temas referentes a las Fuerzas Armadas, se refirió a las nuevas misiones que el panorama internacional exige a las Fuerzas Armadas, lo que obliga a las oportunas transformaciones que les permita el máximo de flexibilidad y polivalencia. “No sólo precisamos de un Ejército con rápida y contundente capacidad de respuesta en cualquier parte del mundo, necesitamos también unas Fuerzas Armadas especializadas en áreas tecnológicamente avanzadas”.
Para Guerra, el aparato administrativo y burocrático de las Fuerzas Armadas es desproporcionado, lento y poco eficiente. Es necesario realizar reformas en este sentido para optimizar mejor los recursos y ampliar también el número de sus componentes, que ahora consideramos muy escaso; sobre todo, teniendo en cuenta el proceso de reajuste que estamos viviendo y que notaremos de manera singular en Melilla.
En ese sentido, Emilio Guerra, se mostró preocupado por los profesionales melillenses que deberán abandonar sus destinos por la adaptación de las nuevas plantillas que entrarán en vigor. El militar, argumentaba, ha tenido y tiene un elevado sentido de la disciplina, lealtad y responsabilidad para con su profesión y su Patria. Conocen perfectamente su trabajo y saben de los sacrificios a los que están expuestos; pero otra cuestión es que se atiendan debidamente sus demandas y necesidades, así como se protejan sus intereses y los de sus familias, que no deben sufrir gravosamente las consecuencias de un cambio de política estratégica por parte de la administración.
Para el líder de UPyD en Melilla, ya es hora que el gobierno ponga en marcha la Ley de Derechos y Libertades de los miembros de las FAs., porque en el siglo que vivimos no es normal que se les nieguen derechos cívicos recogidos en el Capítulo III de la Constitución, como es el derecho de asociación, por el simple hecho de llevar un uniforme.
Hay que mejorar muchos aspectos sociales, laborales y retributivos para un personal maltratado desde el punto de vista reivindicativo, cuyas voces no se pueden oír por los canales propios y habituales de cualquier organización, porque las actuales normativas y reglamentos lo prohíben castigándolo con dureza.
Unión, Progreso y Democracia, cuenta entre sus filas con muchos militantes que fueron personal activo de las Fuerzas Armadas como es mi caso, finalizaba Emilio Guerra; por eso les pido el voto y el de sus familias, porque por primera vez pueden tener una representación en el Congreso de los Diputados que conoce a la perfección sus necesidades, deseos e inquietudes y que defenderá sus intereses como hasta ahora nadie lo hizo.
El líder upedista local, muy sensibilizado con los temas referentes a las Fuerzas Armadas, se refirió a las nuevas misiones que el panorama internacional exige a las Fuerzas Armadas, lo que obliga a las oportunas transformaciones que les permita el máximo de flexibilidad y polivalencia. “No sólo precisamos de un Ejército con rápida y contundente capacidad de respuesta en cualquier parte del mundo, necesitamos también unas Fuerzas Armadas especializadas en áreas tecnológicamente avanzadas”.
Para Guerra, el aparato administrativo y burocrático de las Fuerzas Armadas es desproporcionado, lento y poco eficiente. Es necesario realizar reformas en este sentido para optimizar mejor los recursos y ampliar también el número de sus componentes, que ahora consideramos muy escaso; sobre todo, teniendo en cuenta el proceso de reajuste que estamos viviendo y que notaremos de manera singular en Melilla.
En ese sentido, Emilio Guerra, se mostró preocupado por los profesionales melillenses que deberán abandonar sus destinos por la adaptación de las nuevas plantillas que entrarán en vigor. El militar, argumentaba, ha tenido y tiene un elevado sentido de la disciplina, lealtad y responsabilidad para con su profesión y su Patria. Conocen perfectamente su trabajo y saben de los sacrificios a los que están expuestos; pero otra cuestión es que se atiendan debidamente sus demandas y necesidades, así como se protejan sus intereses y los de sus familias, que no deben sufrir gravosamente las consecuencias de un cambio de política estratégica por parte de la administración.
Para el líder de UPyD en Melilla, ya es hora que el gobierno ponga en marcha la Ley de Derechos y Libertades de los miembros de las FAs., porque en el siglo que vivimos no es normal que se les nieguen derechos cívicos recogidos en el Capítulo III de la Constitución, como es el derecho de asociación, por el simple hecho de llevar un uniforme.
Hay que mejorar muchos aspectos sociales, laborales y retributivos para un personal maltratado desde el punto de vista reivindicativo, cuyas voces no se pueden oír por los canales propios y habituales de cualquier organización, porque las actuales normativas y reglamentos lo prohíben castigándolo con dureza.
Unión, Progreso y Democracia, cuenta entre sus filas con muchos militantes que fueron personal activo de las Fuerzas Armadas como es mi caso, finalizaba Emilio Guerra; por eso les pido el voto y el de sus familias, porque por primera vez pueden tener una representación en el Congreso de los Diputados que conoce a la perfección sus necesidades, deseos e inquietudes y que defenderá sus intereses como hasta ahora nadie lo hizo.
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