Fuente: Melillense.net
Para Emilio Guerra, candidato melillense al Congreso de los Diputados por Unión, Progreso y Democracia, las últimas propuestas del líder del Partido Popular Mariano Rajoy con respecto al tema de la inmigración y la restricción del uso del hiyab para las niñas musulmanas en los colegios, demuestran las intenciones difusas y contradictorias de una organización política cada día más escorada a posiciones radicales e intolerantes, que trata de copiar en este caso, el modelo de la derecha francesa liderada por Nicolás Sarkozy.
Lo que resulta del todo increíble e incongruente, continuaba Guerra, es que la candidata al Senado por el PP Mª Carmen Dueñas asegure que el sentido de la propuesta es eliminar cualquier forma de discriminación hacia la mujer, dejando una ventana abierta para ciudades como Ceuta, Melilla, donde serían los centros escolares los que decidan al respecto. “Que yo sepa, las leyes son extensivas a todos los españoles, independientemente de donde residan, así que no acabamos de entender muy bien lo que quieren hacer los populares y dudo mucho que sepan en el lío donde se han metido”.
Comentaba el dirigente upedista local que prohibir el velo islámico en la enseñanza pública, bajo el más que discutible pretexto de evitar la discriminación de la mujer, consiguiendo así que haya igualdad entre niños y niñas, habrá de hacerse en todo caso por ley, y “si este país es un Estado Democrático de Derecho, suponemos que se tendrá que prohibir también la kipá judía o que una monja asista a clase en la universidad con su hábito, por ejemplo”.
Unión, Progreso y Democracia se define como un partido laico. Consideramos y respetamos la libertad de conciencia y religiosa, pero perfectamente diferenciada del Estado y de lo público. Ahora bien, el uso del velo, desde mi punto de vista personal, es una costumbre social de indumentaria entre las mujeres musulmanas, una cuestión más cultural que religiosa y deben tener la libertad individual de optar a utilizarlo o no. Siempre que ello, matizaba Emilio Guerra, no implique hacer apología o proselitismo religioso en centros escolares públicos, entiendo hecha la salvedad, no discrimina al resto de mujeres, atenta contra la igualdad y mucho menos afecta o pueda molestar a nadie, salvo a racistas y xenófobos.
Para Emilio Guerra, candidato melillense al Congreso de los Diputados por Unión, Progreso y Democracia, las últimas propuestas del líder del Partido Popular Mariano Rajoy con respecto al tema de la inmigración y la restricción del uso del hiyab para las niñas musulmanas en los colegios, demuestran las intenciones difusas y contradictorias de una organización política cada día más escorada a posiciones radicales e intolerantes, que trata de copiar en este caso, el modelo de la derecha francesa liderada por Nicolás Sarkozy.
Lo que resulta del todo increíble e incongruente, continuaba Guerra, es que la candidata al Senado por el PP Mª Carmen Dueñas asegure que el sentido de la propuesta es eliminar cualquier forma de discriminación hacia la mujer, dejando una ventana abierta para ciudades como Ceuta, Melilla, donde serían los centros escolares los que decidan al respecto. “Que yo sepa, las leyes son extensivas a todos los españoles, independientemente de donde residan, así que no acabamos de entender muy bien lo que quieren hacer los populares y dudo mucho que sepan en el lío donde se han metido”.
Comentaba el dirigente upedista local que prohibir el velo islámico en la enseñanza pública, bajo el más que discutible pretexto de evitar la discriminación de la mujer, consiguiendo así que haya igualdad entre niños y niñas, habrá de hacerse en todo caso por ley, y “si este país es un Estado Democrático de Derecho, suponemos que se tendrá que prohibir también la kipá judía o que una monja asista a clase en la universidad con su hábito, por ejemplo”.
Unión, Progreso y Democracia se define como un partido laico. Consideramos y respetamos la libertad de conciencia y religiosa, pero perfectamente diferenciada del Estado y de lo público. Ahora bien, el uso del velo, desde mi punto de vista personal, es una costumbre social de indumentaria entre las mujeres musulmanas, una cuestión más cultural que religiosa y deben tener la libertad individual de optar a utilizarlo o no. Siempre que ello, matizaba Emilio Guerra, no implique hacer apología o proselitismo religioso en centros escolares públicos, entiendo hecha la salvedad, no discrimina al resto de mujeres, atenta contra la igualdad y mucho menos afecta o pueda molestar a nadie, salvo a racistas y xenófobos.
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