11/1/08

Promesas electoralistas

Fuentes: Melilla Hoy
Diario Sur



Las declaraciones del diputado por el Partido Popular melillense, Antonio Gutiérrez, comprometiéndose con los profesionales de las Fuerzas Armadas a respetar sus destinos, caso de ganar las elecciones de marzo, no dejan de ser curiosas, significativas y cuanto menos dignas de considerar, ya fuese por el atractivo de tales propuestas, ya fuese por lo descabellado de una promesa electoral, donde todos sabemos se utilizan juegos de palabras para confundir a un colectivo, que en virtud de su formación y antecedentes, resulta difícil de engatusar.
Para Emilio Guerra, líder de la formación Unión, Progreso y Democracia, está claro que el Partido Socialista da por callada cualquier postura al respecto de la problemática suscitada tras el discurso del Comandante General y posterior interpretación del Presidente de la Ciudad Autónoma, lo que nos confirma que sus intenciones son prácticamente reducir a la mínima expresión el número de componentes del Ejército en Melilla.
Sin embargo, continuaba el upedista, que como conocen perteneció a las Fuerzas Armadas, “el Partido Popular, de la mano de Antonio Gutiérrez, se lanza al escenario con la intención de ser “adalid salvador” de un importante número de profesionales que pueden ver alteradas gravemente sus vidas familiares y profesionales”. Guerra, considera las promesas del PP poco claras, utilizando un lenguaje con doble sentido, sin entrar en el fondo real de la cuestión, lo que nos parece al menos, poco honesto.
Incluir en el programa electoral “que se cubran las vacantes” es como asumir lo previsto por el Gobierno, ya que es el Ministerio de Defensa quién decide el número de componentes, en virtud de los planes operativos estratégicos de la Defensa Nacional. Aquí, lo importante y definitorio es conocer las plantillas y evaluar si las mismas responden en principio a las necesidades reales, así como si pueden ser cubiertas por los profesionales que actualmente residen en la ciudad. De manera que, aunque gane las elecciones el Partido Popular, si después modifican las plantillas a su antojo, no cabe duda que se cubrirán y habrán ejecutado sus promesas, pero obviamente, no es eso lo que reclama y necesita el colectivo castrense.
Para el coordinador de UPyD en Melilla, el problema es mucho más profundo de lo que parece y está sujeto a parámetros que inciden de manera global en el tipo de política que los gobernantes deseen llevar a efecto. “La organización militar debe adecuarse a los nuevos tiempos y desgraciadamente nunca se ha tenido en cuenta a sus profesionales, porque entre otras cosas, son un colectivo por naturaleza disciplinado y sometido a un férreo régimen donde es imposible cualquier tipo de presión o contestación”.
Emilio Guerra, ponía un símil de los muchísimos casos que se pueden dar en un tiempo próximo: “un sargento, casado, con dos hijos y los gastos típicos de una familia, es decir: hipoteca, coche, alimentación, luz, teléfono, ropa, colegios etc. Si de la noche a la mañana deciden trasladarlo a Madrid –algo que va a ocurrir- les aseguro que su situación económica puede convertirse en una tragedia, porque como bien saben ustedes, las diferencias de salario con respecto a la Península son muy significativas”.
Si las promesas del Partido Popular y las de su diputado Sr. Gutiérrez, finalizaba Emilio Guerra, se refieren a cubrir esas eventualidades descritas, “seré el primero en pedir el voto para los populares por solidaridad con mis amigos y ex compañeros. Para demostrar dicha voluntad, recomendaría a los posibles afectados de las Fuerzas Armadas se pasen por la sede del PP o por el despacho del Sr. Gutiérrez y exijan un documento público que les avale, con cargo al patrimonio del PP o al de que tanto habla y promete, los posibles perjuicios y pérdidas económicas que puedan sufrir caso de incumplimiento. Así se hacen las promesas, lo demás es demagogia y electoralismo.

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