Los remolones comienzan a espabilar

Es evidente que los acontecimientos y el tiempo dan la razón a UPyD. Todas las propuestas e ideas que ya argumentábamos en el 2008 están teniendo “sentido y encaje” para los grandes partidos de siempre. Llevamos años hablando de crisis, corrupción, necesidad de pactos de Estado, reforma de la Ley Electoral, despilfarros autonómicos y devolución de competencias, mientras los demás, se hacían los remolones. Sí entonces hubiésemos tenido el mismo eco, seguro que ahora otro “gallo cantaría”, pero por desgracia, entonces negaban la mayor con tal de seguir instalados en el desmadre y la barrumbada.

UPyD, fue la primera en señalar que la crisis no sólo era económica, sino también política y de las propias instituciones. En utilizar el término “regeneración democrática” para abanderar una serie de importantes y necesarias reformas de nuestro pútrido sistema. Desde que obtuvimos representación en el Congreso de los Diputados, venimos realizando propuestas que han sido sistemáticamente rechazadas por unos partidos que ahora, comienzan a hacerlas suyas. Una pérdida de tiempo que tendrá elevado coste para la ciudadanía.

Curiosamente, ahora, parece considerarse también a debate el tema de la devolución de competencias de las CCAA, sobre todo, tras el excelente y demoledor informe del coste autonómico realizado por los economistas de UPyD. Incluso, el popular González Pons, ha declarado “no ver inconvenientes”, aunque presto debería llamar a Imbroda para ponerse de acuerdo, porque en Melilla, el ejecutivo del PP sigue con sus extemporáneas reivindicaciones de más techo competencial para una Ciudad gobernada al capricho, como si señorío feudal se tratase.

Las vamos a “pasar canutas” cuando los grandes recortes del gasto público arranquen y azoten con virulencia; pero Imbroda y los suyos siguen a su “aire” en fiestas y eventos “lúdico-veraniegos”, como si la lejanía con la Metrópoli fuese suficiente escudo o apelando a Rajoy para “salvar” a la Ciudad; por cierto, cada vez más pobre, fragmentada y dividida socialmente, como a la derecha rancia que representan le gusta.