El coordinador de Unión Progreso y Democracia en
Melilla, Emilio Guerra, considera que la “entrada masiva” de inmigrantes por el
vallado fronterizo de Ceuta debe encuadrarse en el “tenso plano diplomático”
que existe entre el gobierno marroquí y el español tras los nombramientos
ministeriales de Sánchez Castejón. Según el dirigente magenta local, la visita
en junio pasado de Grande Marlaska a Marruecos, fue recibida con “cierta
frialdad” ya que el ahora ministro del Interior, en su etapa como juez, fue
autor de sentencias respecto del Sáhara Occidental contrarias a los intereses
del Reino Alauí, recordando Guerra que Mohamed VI no les concedió audiencia y
tampoco han fijado fecha para la visita del presidente Sánchez.
“Las cosas en política no ocurren de modo casual”
manifestó Emilio Guerra, que se pregunta ¿qué ha cambiado? con relación a
nuestro país vecino, entre las políticas practicadas por Rajoy PP y las de
Sánchez PSOE. El upedista, considera que el apoyo de un partido como Podemos
-firme defensor de las tesis del Polisario- al gobierno socialista en su
política exterior, han alimentado los recelos y el disgusto del ejecutivo
marroquí en las siempre “complejas” relaciones con España.
Desde UPYD Melilla, consideran que el presidente
Sánchez “ha pasado de refilón en el asunto de Ceuta, cuando debería haber
viajado urgentemente a la ciudad hermana para interesarse por el problema y dar
apoyo a los guardias civiles heridos en la defensa de nuestras fronteras”.
Critica Emilio Guerra, que un asunto “tan grave y
problemático” como la inmigración, que nos afecta tan de lleno “solo obtenga
declaraciones vacías y carentes de respuestas prácticas” por parte del Gobierno
de la Nación “mientras la frontera de Ceuta es derribada, en un golpe
perfectamente planificado, y los guardias civiles, en clara inferioridad y sin
los medios necesarios, son atacados y heridos”. En Melilla, dijo, “estamos
temblando y temiéndonos lo peor”.
Emilio Guerra, es de la opinión que el asunto de la
inmigración en el Norte de África, “ha superado a unos gobernantes que llevan
tiempo siendo incapaces de gestionar el problema”. Para el dirigente de UPYD,
tanto Ceuta como Melilla, están destinadas –con el beneplácito de los últimos
gobiernos del bipartidismo español- a
convertirse en “ciudades esponja”, actuando como barreras naturales de Europa.
“Quieren que seamos dos ciudades CETIs”, finalizó.
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