Es lamentable y peligrosa la actitud beligerante y provocadora de los partidos con representación en la Asamblea. Se han quitado los disfraces, buscando descaradamente la radicalización, los extremismos y la gresca, como única manera de hacer política y ganarse su espacio electoral.
Los presupuestos de la CAM para el ejercicio 2011, no son más que la continuación del brutal despilfarro que el ejecutivo de Imbroda somete año tras año a las arcas públicas, sin atender a las necesidades y demandas de la ciudadanía. La situación financiera del ayuntamiento melillense, es extremadamente delicada, como consecuencia de unos planteamientos económicos basados en el triunfalismo y en el abusivo ejercicio de una mayoría, que Imbroda ha convertido en totalitaria.
Está demostrada la incapacidad para llegar a acuerdos generales y el enorme daño que están haciendo nuestros dirigentes -ya fueren del PP o PSOE- a Melilla y sus pobladores. Manipulan, especulan y juegan con cuestiones tan importantes como los presupuestos, y ahí tienen como ejemplo el reciente rechazo en la Cámara Alta de los PGE, por parte de los senadores melillenses Imbroda y Dueñas. Cuando son tan frívolos e incompetentes, con algo tan vital como nuestros recursos, nada bueno podemos esperar de semejante elenco de responsables políticos.
El crecimiento de la corrupción política, está convirtiendo a nuestros gobiernos en aparatos autoritarios muy lejos del espíritu de la democracia. La degradación y la ruina, viene a causa del clientelismo, el nepotismo, la poca transparencia en la gestión y la proliferación de una ingeniería burocrática y legal que obstruye y tapona como una trampa.
Los presupuestos de la CAM para el ejercicio 2011, no son más que la continuación del brutal despilfarro que el ejecutivo de Imbroda somete año tras año a las arcas públicas, sin atender a las necesidades y demandas de la ciudadanía. La situación financiera del ayuntamiento melillense, es extremadamente delicada, como consecuencia de unos planteamientos económicos basados en el triunfalismo y en el abusivo ejercicio de una mayoría, que Imbroda ha convertido en totalitaria.
Está demostrada la incapacidad para llegar a acuerdos generales y el enorme daño que están haciendo nuestros dirigentes -ya fueren del PP o PSOE- a Melilla y sus pobladores. Manipulan, especulan y juegan con cuestiones tan importantes como los presupuestos, y ahí tienen como ejemplo el reciente rechazo en la Cámara Alta de los PGE, por parte de los senadores melillenses Imbroda y Dueñas. Cuando son tan frívolos e incompetentes, con algo tan vital como nuestros recursos, nada bueno podemos esperar de semejante elenco de responsables políticos.
El crecimiento de la corrupción política, está convirtiendo a nuestros gobiernos en aparatos autoritarios muy lejos del espíritu de la democracia. La degradación y la ruina, viene a causa del clientelismo, el nepotismo, la poca transparencia en la gestión y la proliferación de una ingeniería burocrática y legal que obstruye y tapona como una trampa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario