7/5/10

Hay que pararles los pies


Tenemos un sistema político que se pudre, sin remisión, conforme pasan los días. Una clase dirigente acomodada y ancha de privilegios que se niega sistemáticamente a efectuar las reformas económicas e institucionales necesarias, perdiendo el tiempo en demagogias y zarandajas. El bipartidismo –PP y PSOE- no tiene soluciones, se limitan a dejar pasar el tiempo y buscar las alternancias.
Melilla, agoniza, de la mano de un ejecutivo prepotente instalado en el poder, que disipa los recursos públicos, proclamando a los cuatro vientos su solvencia, cuando precisamente, el pueblo está más necesitado. La oposición, obstinada, sólo busca la revancha, estrellándose una y otra vez en el muro de la ineficacia.
Al ciudadano, cada vez le quedan menos recursos, pero aún goza de algunos resortes de la secuestrada democracia. Es el momento de tomar conciencia y frenar una carrera que nos lleva al desastre.

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