Salir del letargo

Son muchas las voces que hablan de reaccionar de una vez. Es persistente el eco de quienes quieren mandar a “casita” a toda esa clase de listos especuladores que copan los órganos de poder y manejan a su antojo sus resortes. Ya hicieron bastante daño a una sociedad en franca decadencia por sus desmanes. Es tiempo para que se jubilen y se dediquen a jugar al dominó o a las tertulias de café. Hay mucha gente joven, y muy preparada, que debe tomar el relevo a tanta “vaca sagrada”. Melilla, debe salir del letargo sin miedos, dejando atrás aquellos vicios heredados de ciudad permanentemente asediada, que algunos se esfuerzan en conservar y fomentar por puro clientelismo político.