He repetido en innumerables ocasiones que la oposición en la Asamblea de la ciudad –PSME y CpM- no ha realizado su trabajo eficientemente durante los pasados cuatro años. Demasiado tiempo perdido lamentándose de sus desgracias -propiciadas por una relajación extrema en las pasadas elecciones municipales de 2007- como para que ahora, se aferren a agentes externos y cantos de sirenas, para tratar de poner remedio a su indolencia y disipar la mayoría despótica de Imbroda.
No cabe duda que buena parte de la impunidad y “desfachatez política” con que se actúa desde el gobierno local, viene motivada por la torpe actuación de CpM y PSOE, que lejos de mantener una política serena y de contenidos, ha ido perdiendo credibilidad, incluso entre sus propios electores, totalmente desorientados y en un mar de dudas.
La gran desgracia de los melillenses, es que tenemos un gobierno popular autocrático, que ha utilizado las mayorías ganadas en las urnas de forma perversa y torticera, junto a una oposición acomodada y derrotista. Y así ha llegado el peor momento, el de la depresión y crisis económica, con unos gestores absolutamente inútiles para afrontar el momento.
Los actuales políticos y dirigentes de “supuestos” partidos nacionales como PP, PSOE, históricamente –porque son los mismos de siempre- han sido incapaces de solucionar los problemas reales de la ciudad y tampoco están preparados para acometer las reformas estructurales necesarias que nos permitirían seguir creciendo en un marco de libertad e igualdad.
Existe un excesivo y equivocado triunfalismo por parte de la oposición al considerar que simplemente, y en dos meses, con el nuevo escenario político surgido en la ciudad, se romperá la mayoría de Imbroda, y que ello, además, les será favorable. Como sigan así, les van a meter otro “gol por toda la escuadra”; y en todo caso, parece que PP, PSOE y CpM embelesados con fuegos de artificio, olvidan el papel que, sin lugar a dudas, jugará UPyD.
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