Mª Nieves Vida
Ya he tenido dos ocasiones de poder ver y oír a dos representantes de la Unión, Progreso y Democracia. Solo me falta que alguien me deje leer el manifiesto fundacional del partido para, más o menos, saber que es lo que quieren y como lo quieren hacer.
Así, por lo oído y entendido, que nunca será lo mismo que lo que se dijo y se quiso dar a entender, me ha parecido a mí que la UPyD, trae aires de renovación a la política española. Algo que hace falta, dicho sea de paso, mucha falta, visto el suspenso que los ciudadanos dan a los lideres de los principales partidos.
Cierto es que la UPyD es una amalgama de políticos procedentes de estos, pero también parece cierto, empezando por su cabeza visible, no se si llamarla presidente, presidenta, fundadora. Da igual, no importa como la llamen, importa como responda, que son personas cansadas de ver el desgaste público, la falta de transparencia en la gestión y el futuro, negro futuro, al que nos abocan nuestros mandatarios actuales.
Dos cosas, particularmente me gustan, una, el parece ser sincero interés, de cambiar la ley electoral, terriblemente injusta y que hace que el voto de muchos y su intención política sea papel mojado. Como ejemplo, un botón: Una partido con 300 mil votantes tiene mas representación parlamentaria (decisiva para entrar en un gobierno) que otro con un millón.. ¡ Muy democrático!
No veo yo, aunque la solicitud de reforma haya sido aceptada por el Consejo de no sé que, que yo de esto entiendo poco, un órgano muy importante al parecer y se esté estudiando el tema en profundidad, que a los partidos mayoritarios y sus socios nacionalistas ( lo de los 300 mil votitos de nada) estén muy por la labor de cambiar una ley que les beneficia en sus ansias de tocar cacho. ¡ Y bien que lo tocan y retocan ¡
La segunda cosa que me pareció entender, es el concepto de estado, una fuerte alusión a la locura en que se había convertido esto del “Estado de las Autonomías”. Las financiaciones, las competencias en educación, sanidad, empleo, aguas.... . Me sería difícil concretar, porque más fue una sensación que otra cosa, pero me pareció que abogaban, que abogan, por devolver ciertas competencias al estado central. Mejor, que el gobierno de la nación retomara competencias que nunca debieron ceder.
Unas competencias que lo único que consiguen es alejar, mas que unir, a los españoles. Diferenciar en derechos y oportunidades a quienes por principio constitucional debemos ser iguales para todo.
Hay más cosas con las que se pueden estar de acuerdo y otras con las que no.
En principio, en esta necesidad de saber quienes son estos que llevan dos años guerreando por su cuenta, con poco aprecio mediático, no quiero profundizar mucho más.
Con estas dos estoy completamente de acuerdo, cuando sea capaz de asimilar su manifiesto fundacional y entender los principios que emanen de su congreso constituyente, podré decir más. O, a lo mejor lo que digo no gusta. Necesito tiempo.
Muchos de los cabezas visibles de este nuevo partido, vienen ligeros de equipaje, no hay por donde poner en duda su valía política. Lejos de mí confundir a la persona y su entorno familiar, laboral o social, con lo que podría llegar a ser su gestión política. Otros traen la mochila llena, como es el caso de Rosa Diez. Y sinceramente, para venir de donde viene, la trae llena de dignidad y de un trabajo bien hecho.
Sus cortas intervenciones parlamentarias y aún más cortas por la ínfima relevancia que le dan en televisiones y prensa, están llenas de frescura, de ansias de hacer las cosas bien, de cambiar la imagen del político acomodaticio en el sillón parlamentario y que me digan lo que tengo que hacer y decir. Eso lo percibimos los ciudadanos, con los ojos, porque muchas de las cosas que se dicen no somos capaces de entenderlas.
Mi deseo, que ojalá tengamos muchas Rosa Diez en nuestras cámaras de representantes y que todos los políticos de la UPyD, sean, un poquito, como ella.
Ya he tenido dos ocasiones de poder ver y oír a dos representantes de la Unión, Progreso y Democracia. Solo me falta que alguien me deje leer el manifiesto fundacional del partido para, más o menos, saber que es lo que quieren y como lo quieren hacer.
Así, por lo oído y entendido, que nunca será lo mismo que lo que se dijo y se quiso dar a entender, me ha parecido a mí que la UPyD, trae aires de renovación a la política española. Algo que hace falta, dicho sea de paso, mucha falta, visto el suspenso que los ciudadanos dan a los lideres de los principales partidos.
Cierto es que la UPyD es una amalgama de políticos procedentes de estos, pero también parece cierto, empezando por su cabeza visible, no se si llamarla presidente, presidenta, fundadora. Da igual, no importa como la llamen, importa como responda, que son personas cansadas de ver el desgaste público, la falta de transparencia en la gestión y el futuro, negro futuro, al que nos abocan nuestros mandatarios actuales.
Dos cosas, particularmente me gustan, una, el parece ser sincero interés, de cambiar la ley electoral, terriblemente injusta y que hace que el voto de muchos y su intención política sea papel mojado. Como ejemplo, un botón: Una partido con 300 mil votantes tiene mas representación parlamentaria (decisiva para entrar en un gobierno) que otro con un millón.. ¡ Muy democrático!
No veo yo, aunque la solicitud de reforma haya sido aceptada por el Consejo de no sé que, que yo de esto entiendo poco, un órgano muy importante al parecer y se esté estudiando el tema en profundidad, que a los partidos mayoritarios y sus socios nacionalistas ( lo de los 300 mil votitos de nada) estén muy por la labor de cambiar una ley que les beneficia en sus ansias de tocar cacho. ¡ Y bien que lo tocan y retocan ¡
La segunda cosa que me pareció entender, es el concepto de estado, una fuerte alusión a la locura en que se había convertido esto del “Estado de las Autonomías”. Las financiaciones, las competencias en educación, sanidad, empleo, aguas.... . Me sería difícil concretar, porque más fue una sensación que otra cosa, pero me pareció que abogaban, que abogan, por devolver ciertas competencias al estado central. Mejor, que el gobierno de la nación retomara competencias que nunca debieron ceder.
Unas competencias que lo único que consiguen es alejar, mas que unir, a los españoles. Diferenciar en derechos y oportunidades a quienes por principio constitucional debemos ser iguales para todo.
Hay más cosas con las que se pueden estar de acuerdo y otras con las que no.
En principio, en esta necesidad de saber quienes son estos que llevan dos años guerreando por su cuenta, con poco aprecio mediático, no quiero profundizar mucho más.
Con estas dos estoy completamente de acuerdo, cuando sea capaz de asimilar su manifiesto fundacional y entender los principios que emanen de su congreso constituyente, podré decir más. O, a lo mejor lo que digo no gusta. Necesito tiempo.
Muchos de los cabezas visibles de este nuevo partido, vienen ligeros de equipaje, no hay por donde poner en duda su valía política. Lejos de mí confundir a la persona y su entorno familiar, laboral o social, con lo que podría llegar a ser su gestión política. Otros traen la mochila llena, como es el caso de Rosa Diez. Y sinceramente, para venir de donde viene, la trae llena de dignidad y de un trabajo bien hecho.
Sus cortas intervenciones parlamentarias y aún más cortas por la ínfima relevancia que le dan en televisiones y prensa, están llenas de frescura, de ansias de hacer las cosas bien, de cambiar la imagen del político acomodaticio en el sillón parlamentario y que me digan lo que tengo que hacer y decir. Eso lo percibimos los ciudadanos, con los ojos, porque muchas de las cosas que se dicen no somos capaces de entenderlas.
Mi deseo, que ojalá tengamos muchas Rosa Diez en nuestras cámaras de representantes y que todos los políticos de la UPyD, sean, un poquito, como ella.
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